25 – 31 mayo Mosíah 29–Alma 4 | Escuela Dominical

“Fueron firmes e inamovibles”

En los días de Alma, a un maestro del Evangelio no se le consideraba “de más estima que el oyente, ni el maestro era mejor que el discípulo” (Alma 1:26). Conforme se prepare para enseñar, reflexione en cuanto cómo se aplica ese principio a usted y a su clase.

Anote sus impresiones

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Invitar a compartir

Los miembros de la clase podrían haber observado paralelos entre los acontecimientos descritos en Mosíah 29–Alma 4 y lo que sucede en el mundo en la actualidad o en su propia vida. Concédales algunos minutos para que repasen los capítulos a fin de encontrar un ejemplo. Invítelos a compartir lo que encontraron con alguien que esté sentado a su lado.

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Enseñar la doctrina

Mosíah 29:11–27Alma 2:1–7

Podemos ser una influencia positiva en nuestra comunidad.

  • Si fuera útil para los miembros de la clase analice cómo llegar a ser una influencia para el bien en la sociedad, podría invitarlos a pensar en los problemas que afronta su comunidad y hacer una lista de algunos de ellos (evite el análisis detallado de esos problemas). Ellos podrían repasar Alma 2:1–7 para determinar el problema que afrontaban los nefitas y lo que hicieron al respecto. ¿Qué podría haber pasado si “la gente de la iglesia” no hubiera expresado sus opiniones? ¿Qué más aprendemos en cuanto a ser buenos ciudadanos en ese pasaje, en Mosíah 29:26–27 y en el relato que se encuentra en “Recursos adicionales”? Los miembros de la clase podrían pensar en algo que ellos harán para ser una influencia para el bien en su comunidad con respecto a uno de los problemas de la pizarra.

Alma 1:2–9, 26

Podemos reconocer y rechazar las falsas enseñanzas.

  • El ejemplo de cuando Gedeón se opuso a Nehor podría inspirar a la clase. Tal vez podría pedirle a alguien por anticipado que repase la historia de Gedeón y que la comparta con la clase (véanse Mosíah 19:1–820:15–2222:1–9; y Alma 1:2–9). Partiendo de ese repaso, los miembros de la clase podrían hacer una lista de algunas de las características de Gedeón que sean inspiradoras. Por ejemplo, cuando Gedeón escuchó las falsas enseñanzas de Nehor, Gedeón resistió a Nehor “con las palabras de Dios” (versículo 9). Durante su estudio personal, los miembros de la clase podrían haber encontrado versículos que refuten las enseñanzas de Nehor en Alma 1:3–6. Invítelos a compartir los versículos que encontraron. También se sugieren varios pasajes de las Escrituras en “Recursos adicionales”. ¿Cómo podemos ser más como Gedeón en nuestra defensa de la verdad?

  • Las falsas enseñanzas de Nehor, descritas en Alma 1:3–6, nos pueden ayudar a reconocer las tácticas que Satanás emplea para engañarnos. Por ejemplo, él a menudo oculta sus mentiras en la verdad. Considere invitar a los miembros de la clase a que escudriñen Alma 1:3–4 para encontrar las mentiras dichas por Satanás y las verdades que utilizó para hacerlas atractivas. ¿Cuáles son algunas de las mentiras mezcladas con verdades que engañan a la gente en la actualidad? ¿Cómo podemos ayudar a nuestra familia y a nuestros seres queridos a distinguir entre la verdad y el error?

  • Los miembros de la clase podrían cantar o leer un himno sobre la humildad, tal como “Sé humilde” (Himnos, nro. 70), y analizar en qué difiere ese mensaje del mensaje de Nehor que se encuentra en Alma 1:2–9. Ellos podrían hacer un contraste de lo que Nehor enseñó sobre los maestros del Evangelio con lo que Alma y otros líderes de la Iglesia enseñaron y ejemplificaron (véanse Alma 1:264:15–20). ¿Qué motivación tenía Nehor? ¿En que se diferenciaba de la que Alma tenía? Anime a los miembros de la clase a reflexionar en cuanto a su propia motivación para servir en la Iglesia. ¿Qué sugiere Alma 1:26 en cuanto a nuestra responsabilidad como alumnos?

Alma 1:19–304:6–15

El orgullo puede ocasionar que nos “[detengamos] en [nuestro] progreso”

  • Un análisis de Alma 1 y Alma 4 podría ayudar a que los miembros de la clase comprendan cómo afecta el orgullo tanto a las personas como a la Iglesia. Podría dividir la clase en dos grupos y pedir a un grupo que busque la situación en que se encontraba la Iglesia que se describe en Alma 1:19–30, mientras el otro grupo busca la situación de la Iglesia unos años después, lo cual se describe en Alma 4:6–15. Pida a cada grupo que comparta cómo era la Iglesia y sus miembros según los versículos que hayan leído. Ellos podrían planear juntos una manera creativa de hacerlo. Por ejemplo, podrían hacer un dibujo o preparar una breve dramatización. Después de que los grupos compartan entre ellos, pídales que analicen lo que hayan aprendido sobre el efecto que tiene el orgullo en la Iglesia y los miembros, y las bendiciones de la humildad. ¿Qué lecciones de esos relatos se aplican a nosotros en la actualidad?

Alma 4:12–20

La “palabra de Dios” y el “testimonio puro” pueden cambiar el corazón.

  • Muchas personas pueden identificarse con lo que sintió Alma cuando se “[afligió] en extremo” (Alma 4:15) debido a la iniquidad y las aflicciones de su pueblo. Tal vez los miembros de la clase podrían pensar en cuanto a un ser querido que les preocupe y tener a esa persona en mente al leer Alma 4:12–20. Después de que ellos lean, podría hacerles preguntas como estas para motivar un análisis de los versículos: ¿Qué brindó gozo a las personas en esas circunstancias difíciles? ¿Qué significa para ustedes la frase “no le faltó el Espíritu del Señor”? (Alma 4:15). ¿Qué sacrificios hizo Alma para ayudar a su pueblo y qué sacrificios se nos pide que hagamos en ocasiones? ¿Qué ejemplos hemos visto del poder de un “testimonio puro”? (Alma 4:19). ¿Cómo podemos compartir nuestros testimonios sin dar sermones ni juzgar? Podría concederles tiempo a los miembros de la clase para que escriban un mensaje con su testimonio a sus seres queridos.

  • Tal vez les ayudaría que analicen lo que es un “testimonio puro”. El video “Apostle Testimony Montage” [Montaje del testimonio de los Apóstoles] (churchofjesuschrist.org) tiene varios ejemplos excelentes. ¿De qué forma esos testimonios u otros que hayamos escuchado “[despiertan] en [nosotros] el recuerdo de [nuestros] deberes”? (Alma 4:19). ¿Cómo nos ayudan esos testimonios a superar el orgullo y la contención?

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Podría explicar a los miembros de la clase que en Alma 5–7 leerán el “testimonio puro” de Alma y verán el efecto que este tuvo en su pueblo (véase Alma 4:19).

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Recursos adicionales

“Hagan sentir su influencia”.

Poco después de que la hermana Belle S. Spafford fuera llamada como Presidenta General de la Sociedad de Socorro en 1945, las líderes de la Sociedad de Socorro recibieron una invitación para asistir a una reunión del Consejo Nacional de Mujeres. Las hermanas líderes habían sido miembros de ese consejo durante muchos años, pero sintieron que el consejo no les había dado un buen trato. Después de analizarlo con sus consejeras, la hermana Spafford le recomendó al Presidente de la Iglesia, George Albert Smith, que la Sociedad de Socorro finalizara su condición como miembro del consejo

Al analizar la recomendación, la hermana Spafford dijo: “Presidente Smith, no sacamos ningún provecho de ese consejo”.

Más adelante relató:

“El presidente me miró sorprendido y me dijo: ‘Hermana Spafford: ¿Es que acaso piensa solo en lo que pueden sacar de provecho? ¿No cree que a veces ayuda tomar en cuenta lo que ustedes pueden aportar? Creo’, continuó, ‘que las mujeres de la Iglesia mormona tienen algo que brindar a las mujeres del mundo y que también pueden aprender de ellas. En lugar de retirarse, sugiero que lleve a varias de las integrantes más capaces de su mesa directiva y vuelvan a esa reunión’.

“Después dijo con énfasis: ‘Hagan sentir su influencia’” (véase Belle S. Spafford, A Woman’s Reach, 1974, págs. 96–97).

La hermana Spafford obedeció ese consejo. Ella prestó servicio durante muchos años en el consejo y con el tiempo fue electa como una de sus líderes.

Pasajes de las Escrituras que refutan las falsas enseñanzas de Nehor.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Asegúrese de estar enseñando doctrina verdadera. “Pregúntese constantemente: ‘¿De qué modo ayudará lo que estoy enseñando a los integrantes de la clase a edificar la fe en Cristo, a arrepentirse, a efectuar y guardar convenios con Dios, y a recibir el Espíritu Santo?’” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 20).

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