Si hay algo de lo que podemos estar seguros en este mundo, es que el Señor nos ama. Nos ama a pesar de nuestras debilidades y fallas. Pero con este amor vienen grandes expectativas: nuestro Padre Celestial quiere que nos convirtamos en alguien como Él. Al igual que cualquier padre amoroso, el Señor nos da correcciones para ayudarnos a fortalecernos. Estas correcciones están inspiradas y adaptadas a nuestras necesidades. Sin embargo, en este mundo acelerado y ruidoso, ¿realmente nos tomamos el tiempo para detenernos y escuchar las amorosas correcciones de nuestro Padre Celestial?
Una Canción que Nos Recuerda
Una de las canciones favoritas de la Primaria es «Soy un Hijo de Dios», en la que cantamos: “Guíame, acompáñame, ayúdame a encontrar el camino.” En nuestro viaje mortal, el Señor nos da guía y dirección, ayudándonos a saber qué debemos hacer. La mayoría de las veces, nos desviamos de lo que se espera de nosotros. Como padre amoroso, el Señor no nos obliga a nada, pero a veces nos envía recordatorios en forma de correcciones.
Lecciones Valiosas de Corrección
Aprendí una valiosa lección sobre la corrección una vez cuando estaba viajando con mi hijo. Me quejaba de los estreses de la maternidad y de cómo el dinero nunca parecía suficiente. Pensé: «Oh, si tan solo pudiera ganar más para comprar un coche, la vida sería mejor.» Justo en ese momento, un grupo de tres personas subió al jeep. Sus camisetas decían «Barrenderos de la Calle Tandang Sora». Estaban riendo y disfrutando de su compañía. Uno de ellos dijo: “Solo me quedan 320 pesos de mi salario para hoy. Pero está bien.” Al escucharlo, me sentí tan humilde acerca de mis circunstancias y de mi reacción. Ahí estaba yo, a punto de comer en un costoso restaurante de ramen y aún así no estaba agradecida. Me enfocaba en lo que me faltaba en lugar de ser agradecida por lo que ya tenía. Sentí que era una suave corrección del cielo: un recordatorio para simplemente ser agradecida.

Escuchar las Correcciones del Señor Regularmente
Hay grandes lecciones que vienen cuando atendemos las correcciones del Señor. Cuando las escuchamos regularmente, pueden guiarnos y redirigirnos en nuestro viaje mortal. No siempre llegan como grandes epifanías; la mayoría de ellas llegan en suaves inspiraciones. Aquí hay algunas maneras de recibir y escuchar los amorosos recordatorios del Señor:
1. Tómate Tiempo para Evaluaciones Silenciosas
En este mundo ocupado, fácilmente podemos quedar atrapados con compromisos y diversas actividades. Nuestro mundo se vuelve tan ruidoso que a veces es difícil sentarse y hacer evaluaciones personales. Al tomar tiempo para reflexionar, el Espíritu Santo nos ayudará a saber en qué podemos mejorar. Nuestro Padre Celestial sabe mejor que nadie lo que necesitamos. Cuando nos tomamos el tiempo para escuchar y estar abiertos a las correcciones, podemos recibirlas.
2. Pregunta a las Escrituras
Las escrituras son una fuente directa de corrección de Dios. Una manera de hacer más significativo el estudio de las escrituras es haciendo una pregunta antes de estudiar. En 1 Nefi 19:23, Nefi reconoció que al aplicar las escrituras a nuestra vida, podemos obtener “provecho y aprendizaje.” Pregunta qué más puedes hacer y busca respuestas –o correcciones– en las escrituras.
3. Pregunta “¿Qué me falta aún?”
Durante la Conferencia de octubre de 2015, el élder Larry R. Lawrence invitó a todos a preguntarse: “¿Qué me falta aún?” Él dijo: “El Espíritu Santo es un compañero de viaje ideal. Si somos humildes y enseñables, Él nos tomará de la mano y nos guiará a casa.” Tómate el tiempo para preguntar al Señor qué más necesitas hacer para mejorar. Algunas respuestas pueden venir de inmediato, otras pueden tardar. Escucha la respuesta y comprométete a trabajar en ella.
4. Desarrolla Sensibilidad a las Inspiraciones
Ser sensible a las inspiraciones del Espíritu es útil al navegar por la vida. Desarrollar una sensibilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo requiere esfuerzo. Al vivir una vida digna de la compañía del Espíritu y siempre actuar sobre las impresiones espirituales, nos volvemos más sensibles a la guía del Espíritu.
Acepta y Aprende de las Correcciones
Las correcciones son un recordatorio amoroso del Señor de que Él quiere que mejoremos y seamos más felices en la vida. No tengamos miedo de las correcciones; démosles la bienvenida y aprendamos de ellas.
Fuente:faith.ph

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