Los Himnos SUD favoritos de los 17 Profetas de la Iglesia


“Desde José Smith hasta el Presidente Russell M. Nelson, descubre los himnos SUD favoritos de cada uno de los Profetas.”
A sólo tres meses después de la organización oficial de la Iglesia, el Señor le indicó a Emma que hiciera una selección de himnos para ser usados por los santos:
“Y también te será concedido hacer una selección de himnos sagrados, de acuerdo con lo que te sea indicado, para el uso de mi iglesia, lo cual es de mi agrado.
Porque mi alma se deleita en el canto del corazón; sí, la canción de los justos es una oración para mí, y será contestada con una bendición sobre su cabeza.” (Doctrina y Convenios 25: 11-12).
Desde que Emma Smith compiló ese primer conjunto de himnos en 1835, la música se ha convertido en una parte importante en la adoración de los Santos de los Últimos Días. Hoy en día, hay 341 himnos en el himnario estándar de inglés y 209 himnos en el himnario estándar en español, pero sólo podemos mencionar un himno favorito.
Desde José Smith hasta el Presidente Russell M. Nelson, descubre los himnos favoritos de cada uno de los Profetas.
  1. José Smith: “Un Pobre Forastero”

El Martirio de José Smith, imagen brindada por lds.org
Se ha asumido durante mucho tiempo que “Un Podre Forastero” fue uno de los himnos favoritos de José Smith. El himno era bastante nuevo en su día. El texto apareció por primera vez en una antología de 1834 como un poema titulado “El Extraño”, y la melodía utilizada para cantarla es diferente a la del himnario actual.
Antes de que José fuera martirizado en la cárcel de Carthage, el Elder John Taylor cantó esta melodía melancólica a los presentes. Poco tiempo después de que él terminara, el hermano de José, Hyrum, le pidió al Elder Taylor que la cantara nuevamente. Posteriormente, el Elder Taylor informó sobre su respuesta a esta petición, diciendo:
“Hermano Hyrum, no tengo ganas de cantar”, luego [Hyrum] respondió: ‘Oh, no importa, comiencen a cantar y obtendrán el espíritu’. A petición suya, así lo hice.”
Poco después de que el Elder Taylor terminara de cantar, una turba atacó la cárcel de Carthage y asesinó al Profeta y a su hermano.
  1. Brigham Young: “La Luz Gloriosa De La Verdad”

“Brigham young” por Kin Corbett
Del himno favorito del Presidente Brigham Young, “La Luz Gloriosa De La Verdad, el Presidente Heber J. Grant dijo lo siguiente durante la conferencia general de octubre de 1919:
“El Presidente Lyman dijo que el [himno favorito] del Presidente Brigham Young era: ‘Oh, Sión Santuario de Libertad’; pero una de sus hijas me ha dicho que eso es un error, que su favorito era el himno del hermano William Clayton: “Cuando la gloriosa luz de la verdad al hombre regresó.””
Este himno, que no tenía ningún nombre en el himnario, era conocido por su primera línea (como lo recuerda el Presidente Grant más arriba). Se mantuvo en el himnario de la Iglesia hasta 1985, cuando se publicó un nuevo himnario con una lista revisada de canciones.
  1. John Taylor: “Id Vosotros Mensajeros de Gloria” o “Id Vosotros Mensajeros”

Si bien la historia no ha registrado el himno favorito del Presidente John Taylor, sí se sabe que era conocido por su voz y su amor por la música. De hecho, él escribió la letra de dos de los himnos actuales: “Id Vosotros Mensajeros de Gloria” (Go, Ye Messengers of Glory) e  “Id Vosotros Mensajeros”.
Estos dos himnos reflejan el fervor del Presidente Taylor por el trabajo misionero. En el momento en que los escribió, él estaba sirviendo como misionero en Gran Bretaña. Sus esfuerzos allí llevarían a miles de almas al conocimiento de la verdad.
Más tarde, el Presidente Taylor también se desempeñó como editor del himnario de 1840, y es probable que haya disfrutado gran parte de la música incluida en él.
  1. Wilford Woodruff: “Con maravillas obra Dios”

El himno favorito del Presidente Wilford Woodruff fue “Con maravillas obra Dios”. Heber J. Grant, quien sirvió como Apóstol cuando el Presidente Woodruff fue Profeta, recordó:
Él amaba [ese himno]. Lo cantamos, estoy seguro, a veces dos veces al mes en nuestras reuniones semanales en el Templo, y muy pocas veces pasaba un mes sin que el Hermano Woodruff no pidiera ese himno.”
Otro Apóstol que sirvió con el Presidente Woodruff fue Matthias F. Cowley, quien observó:
“Tal vez ningún hombre en la Iglesia haya sentido más profundamente la verdad de las palabras, ‘Con maravillas obra Dios’ que Wilford Woodruff. Él era tan intensamente espiritual, tan dedicado al servicio de Dios de manera total, que a lo largo de su vida las manifestaciones milagrosas de los propósitos de Dios fueron dadas de manera abundante. Él nunca basó su fe en los milagros, ellos simplemente confirmaron lo que él creía con todo su corazón, y eso corroboraba sus ideas sobre las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.”
  1. Lorenzo Snow: “En las cumbres de los montes”

Según el Presidente Heber J. Grant (registrado en la Conferencia General de octubre de 1919) “En las cumbres de los montes” fue el himno favorito del Presidente Lorenzo Snow.
Sorprendentemente, a pesar de sus muchas referencias aparentemente abiertas a la doctrina SUD, las letras de este himno fueron escritas en el siglo XVIII, antes de la Restauración. George D. Pyper, quinto Superintendente general de la Escuela Dominical y Manager del Coro del Tabernáculo Mormón, especuló:
“El autor… debe haber previsto una condición que no existía hasta setenta y siete años después de escribir las líneas…. Fue una profecía inspirada, porque ningún Santo de los Últimos Días hubiera podido describir de manera tan perfecta la creencia de los mormones como Thomas Kelly lo hizo en el siglo XVIII.”
  1. Joseph F. Smith: “Defender lo Justo”

En un discurso en memoria del Presidente Joseph F. Smith, el Presidente Heber J. Grant recordó que “Defender lo justo aunque la lucha sea feroz” (“Uphold the Right”) fue el himno favorito del Presidente Smith.
Él compartió lo siguiente:
“Le pregunté [al Presidente Smith] un día, cuál era su himno favorito, y él me respondió que no tenía uno. Yo le dije: ‘Bueno, el hermano Lyman me dijo que yo debería tener uno. Me gustaría que seleccionaras uno’. “Bueno”, respondió él, “no es algo que me interese mucho, pero creo me inclino más por el himno de esa pequeña alma heroica, la hermana Emily Hill Woodmansee, titulada, ‘Defender lo justo’”.
La letra del primer verso fue así:
“Defender lo justo aunque la lucha sea feroz
Y poderoso sea el enemigo;
Como amigo de la libertad, su causa defiende,
Sin miedo ni favoritismo.
Ningún cobarde puede llamarse un hombre
Ningún amigo traicionará a sus amigos;
Quien esté libre, alerta debe estar;
La indiferencia no pagará.”
Esta canción, escrita por la hermana Emily Hill Woodmansee, no se ha impreso como un himno SUD desde la versión de 1927 del himnario.
  1. Heber J. Grant: “¡Oh, está todo bien!”

“Heber J. Grant” por C. J. Fox
El himno favorito del Presidente Heber J. Grant hace homenaje a su herencia pionera: “¡Oh, está todo bien!”.
Él compartió lo siguiente:
“Nunca he escuchado y no espero escuchar, hasta el día de mi muerte, parte de mi himno favorito, “Santos, venid, sin miedo, sin temor, mas con gozo andad.” [sin pensar] en la muerte y el entierro de mi pequeña hermanita y los lobos que desenterraron su cuerpo en las llanuras. Pienso en la muerte de la primera esposa de mi padre y en traer aquí su cuerpo para pueda ser   entierro.”
De acuerdo con Enseñanzas del Presidente: Heber J. Grant, el comentó: “consideraba que era importante que los miembros de la Iglesia comprendiesen ese himno, en particular la cuarta estrofa, con su mensaje de esperanza referente a los que “morir [les tocase] sin llegar” y a los que Dios les diese la vida “para vivir en paz allá”.
  1. George Albert Smith: “Oh, hablemos con tiernos acentos”
En un devocional de BYU del 2009, el Presidente Thomas S. Monson compartió que la canción favorita del Presidente George Albert Smith era “Oh, hablemos con tiernos acentos”.
El autor de este himno, Joseph L. Townsend, lo escribió mientras servía en la superintendencia de un gran Escuela dominical. Él a menudo escuchaba muchos comentarios y críticas entre los asistentes y escribió este himno con la esperanza de que fomentara palabras amables y compartidas con más frecuencia.
“Oh, hablemos con tiernos acentos” fue un himno que el Presidente Smith personificó, tal como lo compartió el Presidente Monson: “Un rasgo del Presidente Smith, que sin duda alentamos a incorporar en nuestras vidas sería la compasión. Este gran líder tenía un corazón compasivo.”
  1. David O. Mckay: “¿Qué es la verdad?”

Según el Presidente Thomas S. Monson, uno de los himnos favoritos del Presidente David O. McKay fue “¿Qué es la verdad?
Este himno fue escrito por un misionero de los Santos de los Últimos Días, John Jacques. En el libro “Nuestros Himnos de los Últimos Días” (“Our Latter-day Hymns”) se explica:
“Es probable que algunas veces John Jacques se haya sentido abrumado por las dificultades de su llamamiento, sin embargo encontró consuelo al recordar el valor omnipresente y primordial de la verdad y de Quien era él mensajero. Estas palabras podrían servir para edificarnos moralmente. Es un recordatorio para un misionero desanimado. Si la verdad realmente es “el máximo don que podría mortal anhelar” entonces vale la pena hacer cualquier sacrificio.”
  1. Joseph Fielding Smith: “La Oración del alma es”

Recordando el himno favorito del Presidente Joseph Fielding Smith, el Presidente Thomas S. Monson relató: “Su himno favorito fue ‘La Oración del alma es’ y añadiré el siguiente pensamiento: ‘pronunciada o no expresada’”.
En el himnario de hoy, este himno es único porque retuvo los ocho versos durante el proceso de edición del cancionero de 1985. Esto se hizo con el fin de mantener las enseñanzas doctrinales delineadas en cada versículo, que detallan un aspecto diferente de la oración sin repetirse.
En un discurso de una devocional, el Presidente Thomas S. Monson recordó su experiencia con el himno favorito del Presidente Harold B. Lee:
“Cuando me llamaron por primera vez a los Doce, noté que el hermano Lee tocaba el órgano. Y me dijo: ‘Hermano Monson, como nuestro nuevo apóstol, ¿elegirías el himno que quisieras que cantemos hoy?’ Yo elegí su favorito, y todos lo cantamos con entusiasmo.”
El himno es un favorito de muchos Santos de los Últimos Días, y fue inspirado por el poema de Sir Walter Scott, “La Dama del Lago”. William W. Phelps, usando eso como referencia, escribió “Loor al Profeta” poco después del martirio de José Smith.
  1. Spencer W. Kimball: “Señor, te necesito”

Mientras compartía uno de los himnos favoritos del Presidente Spencer W. Kimball, “Señor, te necesito”, el Presidente Thomas S. Monson enfatizó: “Recordemos ese [himno favorito] en particular. Esa elección demuestra su humildad.”
Como se explica en el libro “Nuestros Himnos de los Últimos Días” (“Our Latter-day Hymns”):
“Aunque no es de origen Santo de los Últimos Días, este himno es algo muy significativo entre los Santos de los Últimos Días debido a su humilde súplica por la presencia constante del Salvador. En este himno, le pedimos repetidamente que esté con nosotros, no sólo en los tiempos de prueba, no sólo en ocasiones espirituales especiales, sino cada instante.”
  1. Ezra Taft Benson: “Grande eres tú”

El himno favorito del Presidente Benson fue Grande eres tú”. Este emocionante himno fue una de las selecciones cantadas en su funeral, que incluyó varios de sus himnos favoritos, como “Un ángel del Señor” entre otros.
La versión actual del himno favorito del Presidente Benson se basa libremente en una traducción al alemán de una traducción al ruso de un himno sueco, “Oh Poderoso Dios”. En 1923, los misioneros ingleses escucharon la canción en alemán y la tradujeron de memoria, y agregaron nuevas piezas basadas en el impresionante paisaje que presenciaron en sus viajes.
Sin embargo, en ese momento, sólo escribieron los primeros tres versos.
El cuarto verso no llegó hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Esos mismos misioneros agregaron el último verso, inspirado por los refugiados en Gran Bretaña que constantemente preguntaban: “¿Cuándo podemos ir a casa?” Por lo tanto, el cuarto verso se enfoca en las alegrías de nuestro hogar celestial.
  1. Howard W. Hunter: “¿En el mundo he hecho bien?”

Mientras que el Presidente Howard W. Hunter es conocido por su amor por todos los himnos, el Presidente Thomas S. Monson recuerda que uno de sus favoritos fue “¿En el mundo he hecho bien?”.
Para el himnario de 1985, el comité alteró una línea de letras en el himno favorito del Presidente Hunter: la línea que ahora dice “Sólo el que trabaja se siente feliz, y Dios le recompensará.” originalmente decía “Sólo el que hace algo es digno de vivir, el mundo no necesita una carga.”
La letra del himno fue cambiada para reflejar que la vida es sagrada y no necesita justificación, pero que las personas sanas no deberían estar ociosas.
  1. Gordon B. Hinckley: “Dios de nuestros padres, conocido desde la antigüedad”

Si bien muchos himnos fueron favoritos del Presidente Gordon B. Hinckley, uno sobresale para el Presidente Thomas S. Monson: “Dios de nuestros padres, conocido desde la antigüedad” (“God of Our Fathers, Known of Old”), escrito por Rudyard Kipling, que tenías dos versos que fueron excluidos del himno SUD.
  1. Thomas S. Monson: “Paz, Cálmense”

“Paz, Cálmense” fue el himno favorito de la infancia del Presidente Thomas S. Monson. Él compartió:
“Teníamos una directora de coro que enseñaba a cantar a los muchachos. Teníamos que cantar. La hermana Stella Waters movía la batuta a escasos centímetros de nuestras narices y marcaba el ritmo dando unos golpes tan fuertes con el pie que hacía crujir el suelo.
Si cantábamos de forma aceptable, la hermana Waters nos dejaba cantar uno de nuestros himnos favoritos que, inevitablemente, siempre era: “Paz, Cálmense”…
Siendo niño, podía comprender más o menos el peligro de un mar azotado por la tormenta; sin embargo, mi entendimiento de otros demonios que pueden estar al acecho en nuestra vida, que pueden destruir nuestros sueños, ahogar nuestra dicha y desviarnos de nuestro camino hacia el reino celestial de Dios era algo menor.”
  1. Russell M. Nelson: “Mi mensaje”

El Presidente Russell M. Nelson compuso su propio himno, “Mi mensaje” (“My Message”), una canción que escribió la cual comprende la vida que él se esfuerza por vivir y la gratitud que tiene por su familia y por Dios.
“Nuestro Dios es mi creador;
Padres queridos son mi guía;
Una esposa angelical, mi verdadero amor;
la elección de los niños es mi orgullo.
El señor es mi Luz;
Su infinita verdad, mi ley.
Mi gozo está en el servicio de los demás;
Mi mensaje es mi vida.”
En un devocional de BYU del 2008, el Presidente Nelson dijo que cree que la música tiene el poder de promover la unidad y el amor en las familias. Según lds.org, el Presidente Nelson tiene un tono perfecto y talento para tocar el órgano. Una Navidad, él grabó una variedad de música que había cantado para sus hijos a lo largo de los años en un CD como un regalo para su familia.
El Presidente Nelson compartió un verso de la canción en su libro “Nuestro poder Interior” (“The Power Within Us”) diciendo: “Como mi nombre aparece como autor, me doy cuenta de que, en cierta medida, soy el producto de los demás. De cada persona maravillosa que he conocido, y que he tratado de adquirir una medida de su bondad.”
Este artículo fue escrito originalmente por Kelsey Berteaux y Yvonne Liu  y fue publicado por ldsliving.com bajo el título“​The Hymn President Nelson Wrote + the Favorite Hymns of All 17 Latter-day Prophets
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