El Presidente y la Hermana Nelson comparten mensaje sobre la Santa Cena


En sus cuentas de redes sociales,
el presidente Russell M. Nelson y su esposa Wendy comparten sus
sentimientos de reverencia y gratitud por la Santa Cena. Describen su
experiencia personal al participar de la Santa Cena en su hogar durante la
pandemia de COVID-19 y dan consejos a quienes desean participar de la Santa
Cena pero no han podido hacerlo.

El otro día, una amiga de la familia le
preguntó a mi esposa, Wendy, cómo ha sido tener la Santa Cena en nuestra casa. En
respuesta, Wendy escribió lo siguiente:

“Sabiendo que nuestra mesa del comedor se
convertirá en la mesa sacramental el domingo, ambos ponemos especial cuidado el
sábado para asegurarnos de que nuestro hogar esté limpio y ordenado. Mi esposo
DISFRUTA mientras dobla la ropa limpia y pasa la aspiradora. ¡Y yo estoy feliz
de disfrutar que él disfrute!

“El aspecto más sobresaliente para mí es
escuchar a mi esposo bendecir la Santa Cena. Puedo sentir cuánto ama al Señor y
cuán agradecido está por la expiación del Salvador por lo tiernamente que
pronuncia cada palabra. Puedo sentir cuán sincero es en cuanto al privilegio
que él y yo tenemos, en ese momento sagrado dentro de nuestro hogar, de renovar
nuestros convenios bautismales y hacer un nuevo convenio con Dios en cuanto a
cómo viviremos la semana siguiente. Me conmuevo hasta las lágrimas en cada
ocasión”.

Wendy y yo hemos disfrutado de estos
momentos especiales juntos, pero también hemos extrañado participar de la Santa
Cena con los santos. Hace solo unos días, la Primera Presidencia anunció planes
para autorizar la reanudación de nuestras reuniones dominicales de manera
cuidadosa y gradual. Las reuniones sacramentales comenzarán a efectuarse
paulatinamente, de conformidad con las restricciones locales.

Algunos países han escapado de la pandemia
hasta ahora, mientras que otros están atravesando un continuo aumento. En el
caso de estos, será necesario que los días de reposo con base en el hogar se
prolonguen mucho más tiempo. Estoy especialmente preocupado por aquellos que
desean participar de la Santa Cena, pero no tienen un poseedor digno del
sacerdocio en su hogar. Ellos deben informar a su obispo que les gustaría que
sus representantes delegados vayan a su casa para administrar la Santa Cena. Si
desean proporcionar su propio pan y agua, en función de sus necesidades
específicas, pueden hacerlo.

Tomar la Santa Cena es un privilegio sagrado
y santificador; el hacerlo nos permite aprovechar más plenamente el poder del
Señor. Esperamos que todos los que deseen participar de la Santa Cena tengan
esa oportunidad.

Los amo, mis queridos hermanos y hermanas, y
les aseguro que el Señor vela por cada uno de ustedes.

 

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