Minerva K. Teichert (1888-1976), Escape del rey Limhi y su pueblo, 1949-1951, óleo sobre masonita,
91 x 122 cm. Museo de Arte de la Universidad Brigham Young, 1969
Hemos concertado un convenio con Él
El presidente Thomas S. Monson dijo: “Al leer y escudriñar las Escrituras, sentiremos los dulces susurros del Espíritu dirigidos a nuestra alma”, (“Nunca caminamos solos”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 122).
Anote sus impresiones
El relato de Alma y su pueblo en Mosíah 18; 23–24 muestra lo que significa “entrar en el redil de Dios” (Mosíah 18:8). Cuando ellos fueron bautizados, hicieron un convenio con Dios de “[servirle] y [guardar] sus mandamientos” (Mosíah 18:10). Si bien este fue un compromiso muy personal, también tenía que ver con la manera en que se trataban unos a otros. Sí, nuestra trayectoria de regreso al Padre Celestial es personal e individual, y nadie puede guardar nuestros convenios por nosotros, pero eso no significa que estemos solos. Nos necesitamos los unos a los otros. Como miembros de la Iglesia de Cristo, hacemos convenio de servir a Dios al prestarnos servicio unos a otros a lo largo del camino y “llevar las cargas los unos de los otros” (Mosíah 18:8–10). El pueblo de Alma tenía sus propias cargas, al igual que todos nosotros; y una manera en que el Señor nos ayuda a “soportar [nuestras] cargas con facilidad” (Mosíah 24:15) es otorgándonos una comunidad de santos que han prometido llorar con nosotros y consolarnos, tal como nosotros se lo hemos prometido a ellos.
Ideas para el estudio personal de las Escrituras
El bautismo engloba un convenio de servir a Dios y ser testigo de Él.
Mosíah 18:8–10 contiene las enseñanzas de Alma acerca del convenio bautismal, o la promesa que hacemos a Dios al bautizarnos. Al leer estos versículos, medite sobre las siguientes preguntas:
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¿Qué aprende de esos versículos acerca de las promesas que hizo en el bautismo? ¿Qué le promete Dios a usted?
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¿Cómo se relaciona el convenio de servir a Dios (véase el versículo 10) con nuestros esfuerzos de ministrarnos unos a otros? (véanse los versículos 8–9).
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¿Qué está haciendo para cumplir sus promesas?
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¿De qué manera el guardar los convenios bautismales le ayuda a estar “[lleno] del Espíritu”? (Mosíah 18:14). ¿Cómo le ayuda el Espíritu a honrar sus convenios?
Este relato también revela el modo correcto del bautismo. ¿Qué aprende de los versículos 14–17 sobre la manera en que se deben efectuar los bautismos? ¿Qué más aprende acerca del bautismo en Mateo 3:16; Romanos 6:3–5; 3 Nefi 11:21–28 y Doctrina y Convenios 20:72–74?
Véase también Doctrina y Convenios 20:37, 77, 79.
El pueblo de Dios debe estar unido.
Tal como lo descubrieron Alma y su pueblo, seguir a Jesucristo algunas veces significa abandonar un estilo de vida conocido por algo nuevo y diferente. Mas el pueblo de Alma extrajo fortaleza el uno del otro al formar parte de “la iglesia de Cristo” (Mosíah 18:17). ¿De qué manera las enseñanzas en Mosíah 18:17–30 le inspiran a ser mejor miembro de la Iglesia? ¿Qué puede hacer para ayudar a los miembros de su barrio o rama a tener “entrelazados sus corazones con unidad y amor”? Mosíah 18:21).
Véase también Henry B. Eyring, “Entrelazados nuestros corazones en uno”, Liahona, noviembre de 2008, págs. 68–71.
Las palabras de los profetas se cumplirán.
Abinadí hizo algunas profecías específicas acerca de lo que le sucedería al rey Noé y a su pueblo si rehusaban arrepentirse. No obstante, estas profecías les parecieron inverosímiles a algunos (véanse Mosíah 12:1–8, 14–15); en particular, debido a que los nefitas se habían defendido con éxito de los lamanitas durante 50 años (véanse Mosíah 9:16–18; 11:19). Sin embargo, las palabras de los profetas se cumplirán todas; tanto en nuestros días como en los de Abinadí.
¿Qué encuentra en los capítulos de Mosíah 19–20 que llevó a Gedeón a declarar que las profecías de Abinadí se habían cumplido? (véase Mosíah 20:21). ¿De qué manera este relato fortalece su fe en las advertencias y el consejo de los profetas de Dios, así como su cometido de seguir sus palabras? ¿Cuándo ha visto que se cumplían las palabras de un profeta en nuestra época?
Dios puede aligerar mis cargas.
Tanto el pueblo de Limhi como el de Alma cayeron en cautiverio, aunque por motivos diferentes y en distintas circunstancias. ¿Qué puede aprender de la comparación de los relatos del pueblo de Limhi en Mosíah 19–22 con el del pueblo de Alma en Mosíah 18; 23–24? Usted pudo darse cuenta de cómo reaccionó cada grupo al cautiverio y cómo fueron liberados finalmente. En su análisis, busque mensajes que se apliquen a su vida. Por ejemplo, ¿qué aprende de esos relatos que le ayude a llevar sus cargas?
Puedo confiar en el Señor.
Si bien Alma y su pueblo se habían arrepentido de sus pecados, aun así se hallaban en cautiverio. Su experiencia demuestra que el confiar en el Señor y guardar los convenios no siempre nos libra de las dificultades, pero sí nos ayuda a sobrellevarlas. Cuando lea Mosíah 23:21–24 y 24:8–17, observe las palabras y frases que le enseñen a confiar en Dios, sean cuales sean sus circunstancias.
Véase también Thomas S. Monson, “No te dejaré, ni te desampararé”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 85–87.
Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar
Al leer las Escrituras con su familia, el Espíritu le ayudará a saber qué principios debe enfatizar y analizar a fin de cubrir las necesidades de su familia. A continuación se presentan algunas ideas:
Mosíah 18:1–4
Hay un dicho que dice que uno puede contar cuántas semillas hay en una manzana, pero no cuántas manzanas saldrán de una semilla. Solo una persona fue receptiva al testimonio de Abinadí, mas esa persona —Alma— influyó en generaciones de nefitas. Tal vez podría utilizar una fruta con semillas para demostrar este principio. ¿Cómo se aplica este mensaje a nuestra familia? ¿Qué podemos hacer para compartir nuestro testimonio con los demás?
Mosíah 18:8–10
¿Qué aprendemos en estos versículos acerca de nuestro convenio bautismal? (véase también D. y&C 20:73, 77–79). ¿Qué estamos haciendo para prepararnos para nuestro convenio bautismal, o para cumplirlo?
Mosíah 18:30
¿Qué lugares tienen un significado especial para nosotros por las experiencias espirituales que hemos vivido allí?
Mosíah 21:11–16; 24:10–15
¿Qué aprendemos al comparar la cautividad del pueblo de Alma con la del pueblo de Limhi?
Mosíah 21:15; 24:11–15
¿Qué nos enseñan estos versículos de las maneras en que el Señor responde las oraciones?
Para ver más ideas sobre la enseñanza de los niños, veáse la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para la Primaria.
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