Lo que la Iglesia ha dicho sobre los mitos y las falsas doctrinas en torno a la raza y el sacerdocio

“La Iglesia realizó un ensayo sobre la raza y el sacerdocio afirmando que Dios ama a todos sus hijos y que hace que la salvación esté disponible para todos.”
Con la celebración nunca antes vista de la Iglesia de Jesucristo “Sed Uno”, programada para el 1 de junio, para conmemorar la revelación del sacerdocio, quisimos compartir este ensayo con ustedes.
Nosotros resaltaremos los ensayos de la Iglesia, que proporcionan ideas sobre temas del Evangelio, a menudo desafiantes, y que ayudarán a los miembros de la Iglesia a “buscar el aprendizaje mediante el estudio y también mediante la fe.”
Acerca de estos ensayos, lds.org declara:
“En 2013, al darse cuenta de que en la actualidad una gran cantidad de información acerca de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se puede obtener de fuentes cuestionables y a menudo erróneas, los oficiales de la Iglesia comenzaron a publicar ensayos claros y detallados sobre una serie de temas. El objetivo de esos ensayos ha sido recopilar información precisa de muchas fuentes y publicaciones diferentes y colocarla en la sección Temas del Evangelio de LDS.org, donde los miembros de la Iglesia y otras personas interesadas puedan acceder al material y estudiarlo con mayor facilidad.”
Los siguientes extractos son del ensayo de temas del Evangelio. Leer aquí el artículo completo.

La raza y el sacerdocio

sacerdocio
En teología y en la práctica, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días acoge a toda la familia humana. Las Escrituras y las enseñanzas de los Santos de los Últimos Días afirman que Dios ama a todos Sus hijos y que hace que la salvación esté disponible para todos. Dios creó las muchas diversas razas y etnias y ama a todos por igual. Como lo explica el Libro de Mormón, “todos son iguales ante Dios”.
A pesar de esta realidad moderna, durante mucho de su historia —desde mediados de 1800 hasta 1978— la Iglesia no ordenó al sacerdocio a hombres de ascendencia africana negra, ni permitió a hombres ni a mujeres de la raza negra participar en la investidura del templo ni en las ordenanzas selladoras…
Con el tiempo, los miembros y líderes de la Iglesia propusieron muchas teorías para explicar esas restricciones con respecto al sacerdocio y al templo. Ninguna de esas explicaciones se acepta en la actualidad como doctrina oficial de la Iglesia…
Actualmente, la Iglesia rechaza las teorías formuladas en el pasado de que la piel negra es una señal de desaprobación o maldición divina, o que refleja las acciones en la vida preterrenal; que los matrimonios de raza mixta son un pecado; y que las personas negras o de otra raza u origen son en modo alguno inferiores a cualquier otra persona. Hoy en día, los líderes de la Iglesia condenan en forma inequívoca todo racismo, pasado y presente, de cualquier manera que se manifieste.
Obispo Mormón
Desde ese día en 1978, la Iglesia ha mirado hacia el futuro al continuar aumentando rápidamente el número de miembros entre los africanos, los afroamericanos y otras personas de ascendencia africana. Aunque las cédulas de miembros de la Iglesia no indican la raza ni el grupo étnico de la persona, la cantidad de miembros de la Iglesia de ascendencia africana se eleva ahora a cientos de miles.
La Iglesia proclama que la redención por medio de Jesucristo está a disposición de toda la familia humana con las condiciones que Dios ha prescrito. Afirma que Dios no “hace acepción de personas” y declara enfáticamente que cualquier persona que sea justa, sea cual sea su raza, es favorecida por Él. Las enseñanzas de la Iglesia con respecto a los hijos de Dios se resumen en un versículo del segundo libro de Nefi: “…y a nadie de los que a él vienen desecha, sean negros o blancos, esclavos o libres, varones o mujeres… y todos son iguales ante Dios, tanto los judíos como los gentiles”.
Este artículo fue escrito originalmente por lds.org y fue publicado por ldsliving.com bajo el título: “ What the Church Has Said About Myths, False Doctrines Surrounding Race and the Priesthood