Muchas veces cuando vemos a personas que amamos alejarse del camino que en un momento vivieron, es inevitable sentir una tristeza profunda, inclusive puede que sentimientos de frustración y enojo aparezcan. Muchas veces no sabemos como actuar y malas actitudes pueden empeorar la situación.
Esto solo es evidencia del sincero amor que les tenemos, ya que deseamos, al igual que Lehí, que vengan y vuelvan a probar del fruto también. Es por ello que aquí te dejamos 3 claves para poder realmente ayudar a quienes se han alejado.
1.- Una pregunta inspirada es mejor que un sermón
¿Te has dado cuenta la forma en la que el Salvador enseñaba? En Lucas se narra que un interprete de la ley quiso tentarle y le preguntó: ¿Cómo haré para obtener la vida eterna? Cristo pudo explicar todo, pero solo le preguntó: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué dice?
Otra experiencia increíble fue cuando Jesús le preguntó a sus apósteles: “Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Cristo preguntaba y realmente esperaba a que le respondan, no se apresuraba a intentar hacer que la otra persona entendiera. ¿De qué forma estás preguntando? ¿Realmente estás escuchando?
2.- Comprende que el albedrío es un don eterno. No presiones
Un momento… no nos confundamos. Esto es más que solo decir: “haz lo que quieras” ¿Alguna vez Nuestro Padre Celestial te ha obligado a hacer algo? El Elder Bednar menciona que no debemos ser objetos (sobre los cuales se actúa), por el contrario, es ideal ser agentes (los que actúan).
¿Te gustaría que se actúe sobre ti? Apliquemos la ley de oro y comprendamos con amor de que las personas son libres de actuar, cuando ellos sientan esa libertad, sabrán que lo haces por un interés genuino y sobre todo sano.
3.- Inspira simplemente con tu forma de ser
¿Recuerdas cuando, en el Libro de Mormón, Cristo sonrió y su sonrisa iluminó a las personas que estaban con Él? O cuando Sus apósteles después de verlo resucitado afirmaron que sus corazones ardían cuando Él les hablaba. ¿Qué sentimientos estás inspirando en aquellos que se han alejado?
Esto se relaciona con el albedrío, ya que, como mencionó el Elder Bednar, el Espíritu llevará esos sentimientos hasta la puerta del corazón de la otra persona, pero es el o ella quien decide si los deja pasar o no.
¿Conoces a alguien que quizá esté “luchando” porque alguien que ama vuelva a la Iglesia?
Hermoso, es así realmente como debemos de ayudar a nuestro prójimos. Sin precionar, sin sentirse superior, enseñando por amor tal como lo hiizo Nuestro Salvador. Nosotros debemos enseñar con el Espíritu para llegar al Espíritu de ellos, al final ellos decidirán si lo aceptan o no, nuestras responsabilidad es amar a nuestro prójimo como a uno mismo. Y ser Ejemplos es mejor que sólo dar Ejemplos.
Llevo las de 30 años como miembro mis tres hijos se apartaron del evangelio al llegar su adolescencia aun están estudiando, mantengo mi oración cada día por ellos, les envio mensajes de inspiración y mantengo la esperanza que les alcance la vida para que encuentren su camino de regreso al árbol de la vida
Yo también tengo un hijo que se alejó de la iglesia pero yo no me doy porbencida lle pido a dios que algún día no muy lejano entrar del brazo con mi hijo ala capilla ese día tendrá que llegar muy pronto porque no me canso de hablarle y decirle que dios lo necesita